Significado del Escapulario
Al vestir el escapulario, y
durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico
significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de
vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el
escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar
de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según sus
palabras: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu
palabra".
El escapulario del Carmen es
un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a todos:
religiosos, terciarios, cofrades. "Que forman, por un especial vínculo de
amor, una misma familia de la Santísima Madre", el Papa Pío XII, el
11.2.1950.
Reconozcan en este memorial de
la Virgen un espejo de humildad y castidad.
- Vean, en la forma sencilla de su hechura,
un compendio de modestia y candor.
- Vean, sobre todo, en esta librea que
visten ida y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con
la cual invocan el auxilio divino.
- Reconozcan, por fin, en ella su
consagración al Sacratismo Corazón de la Virgen Inmaculada, s
recientemente recomendada".
Cada escapulario tiene sus
privilegios o gracias particulares, pero todos pueden sustituirse por la
medalla-escapulario (cfr. Decreto de 16-XII-1910). Sería falta de fe en la
autoridad suprema del Vicario de Cristo que confiere a esta medalla tal
privilegio, creer que vale menos, para ganar las promesas, llevar la medalla
que los trozos de paño (aunque en determinados casos, por otras razones
externas de mayor visibilidad, etc., puede ser preferible el escapulario de
paño).
La medalla-escapulario debe
tener por una parte la imagen de Jesús con el Corazón, y por la otra una imagen
de la Virgen bajo cualquier advocación. Lo mismo que los escapularios ha de
estar bendecida por un sacerdote.
Es doctrina católica, repetida
por el Concilio Vaticano II: "El conjunto de los fieles, porque tiene la
unción del Espíritu Santo (cfr. 1 Jn. 2, 20-27) no puede equivocarse cuando
cree, y esta peculiar propiedad suya la manifiesta por el sentido sobrenatural
de fe de todo el pueblo cuando, desde los Obispos hasta los últimos fieles,
presta su consentimiento universal en lo referente a la fe y costumbres. Con
este sentido de fe... y bajo la guía del sagrado Magisterio... se adhiere infaliblemente
a ella, con certero juicio la penetra más profundamente y la aplica más
plenamente a la vida" (L.G. 12).
Esta precisa y espléndida
formulación conciliar no puede ser más explícita. Y es que la misma
prerrogativa de infalibilidad concedida por Jesús a su Vicario mediante la
asistencia del Espíritu Santo, tiene precisamente como finalidad que el
conjunto del Pueblo de Dios, su Iglesia y Cuerpo místico, no se equivoque, por
ejemplo, con una devoción aceptada por todos.
En consecuencia: Si la promesa
del Escapulario aplicada a todos los fieles (proceda de la visión de San Simón
Stock o de donde sea) no fuese verdadera, el Espíritu Santo no hubiera
permitido que la Iglesia, el conjunto del Pueblo de Dios, la tuviese por
cierta. Para muchos la prueba es irrefutable, ni para ello es necesaria una
definición del Magisterio Supremo. Aunque sí hubo controversias y fueron
dirimidas por la Santa Sede
Privilegio sabatino
El Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino.
El Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino.
Según la tradición, a la
muerte de Clemente V (1314), en el cónclave que duró dos años y tres meses, la
Santísima Virgen se apareció al Cardenal Jaime Duesa, muy devoto de ella, y le
anunció que sería Papa con el nombre de Juan XXII, y añadió: "Quiero que
anuncies a los Carmelitas y a sus Cofrades: los que lleven puesto el
Escapulario, guarden castidad conforme con su estado, y recen el oficio divino,
- o los que no sepan leer se abstengan de comer carne los miércoles y sábados
-, si van al purgatorio Yo haré que cuanto antes, especialmente el sábado
siguiente a su muerte sean trasladadas sus almas al cielo".
Se ha escrito mucho sobre la
"Bula sabatina", que en ese sentido publicó Juan XXII, pero no hay suficientes
pruebas documentales de ella. Sin embargo en el siglo XV es muy citada, por
ejemplo por el seudopapa Alejandro V (elegido por el Concilio de Pisa, después
de haber éste destituido a Gregorio XII y Benedicto XIII, para acabar con el
cisma; pero es claro que uno de ellos debía ser legítimo, y un concilio no
puede destituirle, sin embargo algunos, como San Roberto Belarmino, consideran
a Alejandro V Papa verdadero, y el próximo Alejandro se tituló VI); aunque su
bula de 7-07-1409 confirmando el Escapulario no tenga valor magisterial, es
interesante su testimonio de que conocía la de Juan XXII. Esta también fue
citada por Sixto IV (1-04-1477), Clemente VII (1530) y San Pío V (1566) -
quienes además citan y confirman la de Alejandro V -; etc.
En las citas de la "Bula
sabatina" por los diversos autores, se encuentran diversas lecturas de
ella (lo que prueba que no dependen de un solo documento inmediato). Por
ejemplo, algunos en vez de ser "sábado" cuando la Virgen socorre a
los cofrades del purgatorio leen "súbito" (cuanto antes), lo que
parece una errata de transcripción, aunque así ha pasado a la liturgia y a las
encíclicas de Pío XII.
El privilegio sabatino fue muy
impugnado, no histórica, sino teológicamente, llegando el Inquisidor General de
Portugal, en 1609, a prohibir a los Carmelitas el predicarlo. Estos apelaron al
Romano Pontífice, quien confió la causa al Santo Oficio, y por fin, en 1613 dio
un decreto renovado literalmente por Inocencio XI (1678), San Pío X (1908) y
Pío XI (1922). En él se estableció: se permite a los PP. Carmelitas predicar
que el pueblo cristiano puede creer... (sigue lo dicho antes).
Pío XII en su citada Carta
Magna del Escapulario del Carmen de 1950, enseña: "A la verdad, no dejará
la piadosísima Madre que sus hijos que expían sus culpas en el purgatorio, no
consigan cuanto antes la vida eterna por su intervención delante de Dios, en
conformidad con el privilegio sabatino".
En resumen: el privilegio
sabatino consiste en que la Santísima Virgen sacará del purgatorio cuanto
antes, especialmente el sábado después de su muerte, a quienes hayan muerto con
el Escapulario y durante su vida hayan guardado castidad según su estado y
rezado todos los días el oficio parvo. (Este se puede sustituir por la Liturgia
de las Horas o por la abstinencia de carne los miércoles y sábados, o un
sacerdote con facultad para ello, lo puede conmutar por otra obra piadosa,
v.gr. el rezo diario del Rosario). Si uno peca contra la castidad o deja un día
de hacer la obra prescrita, podrá recuperar el privilegio al confesarse y
cumplir la penitencia (de manera semejante a como se recuperan los méritos
perdidos por el pecado mortal, lo cual parece casi excesiva generosidad de
Dios, pero es doctrina católica).
La certeza de este privilegio
más que histórica, como decíamos del Escapulario, está fundada en la potestad
de la Iglesia que así lo propone y recomienda. Sería temerario y ofensivo para
la Iglesia, cuya Cabeza es Cristo y su alma vivificante el Espíritu Santo,
creer que comete una equivocación secular y universal en algo que pertenece a
la doctrina y vida cristiana.
En 1950 recordaba Pío XII:
"Ciertamente, la piadosa Madre no dejará de hacer que los hijos que expían
en el Purgatorio sus culpas, alcancen lo antes posible la patria celestial por su
intersección, según el llamado privilegio sabatino, que la tradición nos ha
trasmitido" con estas palabras:
"Yo, su Madre de Gracia,
bajaré el sábado después de su muerte y a cuantos - religiosos, terciarios y
cofrades - hallaré en el Purgatorio los liberaré y los llevaré al monte santo
de vida eterna".
Por su profundo simbolismo
mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada
asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del
Carmen a quienes visten devotamente su escapulario, es lo que tan
prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir su
escapulario.
Sobre todo por su rico
simbolismo: ser hijo de María, ver en él todas las virtudes de María, ser símbolo
de nuestra consagración filial a la Madre Amable. Por Morir en gracia de Dios,
quien lo vista piadosamente.
- Por que saldrá del Purgatorio cuanto antes
quien muera devotamente con él.
- Por llegar su protección a todos los
momentos de la vida, a la muerte y aún más alla". En la vida protejo;
en la muerte ayudo, después de la muerte salvo, con sus credenciales.
- Por los innumerables prodigios que ha
obrado.
- Por las relaciones con sus apariciones mas
recientes en Lourdes y Fátima.
Por las muchas indulgencias que
disfrutan quienes visten este escapulario.
Indulgencias
He aquí las indulgencias
plenarias y parciales para los que visten el escapulario.
A).- Indulgencias plenarias.-
1. El día que se viste el escapulario y el que es inscrito
en la Tercera Orden o Cofradía.
2. En estas fiestas:
a) Virgen del Carmen (16 de Julio o cuando se celebre);
b) San Simón Stock (16 de mayo);
c) San Elías Profeta (20 de Julio);
d) Santa Teresa de Jesús (15 de Octubre),
e) Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre);
f) San Juan de la Cruz (14 de Diciembre);
g) Todos los Santos Carmelitas (14 de Noviembre).
b) San Simón Stock (16 de mayo);
c) San Elías Profeta (20 de Julio);
d) Santa Teresa de Jesús (15 de Octubre),
e) Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre);
f) San Juan de la Cruz (14 de Diciembre);
g) Todos los Santos Carmelitas (14 de Noviembre).
B).- Indulgencias Plenaria el
día del Carmen.- El día del Carmen, 16 de Julio, o en la fecha que exactamente
se celebre, tiene concebida una indulgencia plenaria.
C).- Indulgencia parcial.- Se
gana indulgencia parcial por usar piadosamente el santo escapulario. Se puede
ganar no sólo por besarlo, sino por cualquier otro acto de afecto y devoción. Y
sólo al escapulario, sino también a la medalla-escapulario.
Recomendación pontificia
Desde el siglo XVI -que es cuando se extiende por toda la cristiandad el uso del escapulario del Carmen- casi todos los Papas lo han vestido y propagado. El Papa Juan Pablo II, que es terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que viste con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen.
ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario, por lo que su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo, el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que te pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria y bien de mi alma; que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa.Quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente y uniendo mi voz con sus afectos, te saludo una y mil veces diciendo: (Tres Avemarías).Virgen Santísima del Carmen, yo deseo que todos sin excepción, se cobijen bajo tu sombra protectora de tu Santo Escapulario y que todos estén unidos a Ti Madre Mía, por los estrechos y amorosos lazos de ésta tu querida insignia.¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante su sagrada imagen y concédenos benigna tu amorosa protección. Te encomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre el Papa y la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos.Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a tu Divino Hijo y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre Mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Amén.