Entre consignas, pólvora,
aplausos, alegría y esperanza, la parroquia San José en Terrabona, recibió a
monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, que fue
acompañada por el clero diocesano, el 14 de agosto, dando gracias a Dios por su
bondad y misericordia.
El prelado expresó que “el
campesinado de Nicaragua es reserva moral de nuestro país” además suplicó la intercesión
de la Virgen María ante el trono de la Misericordia del Señor, de Dios que
siempre está con nosotros. Al mismo tiempo agradeció la fidelidad de este
pueblo a Cristo y a la Iglesia, al extremo de dar su vida por Cristo y por la
Iglesia.
“Nicaragua está viviendo una
Cruz, un momento de dolor y sufrimiento, está siendo acrisolada como la plata y
el oro en el fuego, pero Nicaragua debe cargar con su Cruz, con su dolor y
sufrimiento, con su pasión y su muerte, porque sólo así se puede llegar a la
resurrección” manifestó.
Continuo diciendo que “Nicaragua
debe cargar con su Cruz, con su pasión, con su muerte asociada a la de Cristo,
no se puede cargar con el dolor y sufrimiento sin asociarlo al Señor, es
imposible cargar la Cruz así, sólo cuando se asocia ese dolor, esa muerte, esa
pasión a la de Cristo entonces se le encuentra sentido porque es entonces que tenemos
la certeza y seguridad que Nicaragua resucitará, esta es nuestra fe en Cristo
muerto y resucitado, por eso la fiesta de la Asunción nos recuerda el dolor,
sufrimiento y muerte, pero mirando con ella al cielo nos recuerda el triunfo y
la resurrección, porque si en él vivimos, con él morimos, también con él
resucitamos” expresó.
Con colaboración de Manuel
Antonio Obando Cortedano