Miles de Nicaraguenses se dieron
cita la mañana de este sábado 25 de enero en la Catedral Metropolitana de
Managua para participar del inicio del Jubileo Mariano que los Obispos de la
Conferencia Episcopal de Nicaragua darán por iniciado con la presencia maternal
de la Imagen Peregrina de Nuestra Señora de Rosario de Fátima proveniente de su
Santuario en Portugal.
El Señor Cardenal Leopoldo
Brenes, Arzobispo metropolitano de Managua y Presidente de la Conferencia
Episcopal, presidió la Santa Eucaristía y dijo que “el Evangelio nos recuerda
que la Virgen salió presurosa a la montaña, esa frase nos hace presente hoy
entre nosotros, nuestra madre ha dejado Portugal y corrido presurosa para
llegar a nuestro país una vez mas María sale presurosa al encuentro de sus
hijos y que bonito que nosotros al igual que Isabel salimos al encuentro de
ella”.
“Esta es la experiencia de todos
nosotros los nicaragüenses en esta mañana y será la experiencia cuando ella
valla visitando nuestras diócesis y nuestras parroquias, ese es el sentimiento
que vamos a expresar todos los nicaragüenses durante este jubileo mariano, ella
va donde hay necesidad, Isabel lo necesitaba y que mejor que esa cercanía la
tenía de su prima, nosotros sentimos la necesidad, la cercanía, el apoyo de
nuestra madre y que mejor que tenerla de nuestra Madre la Santísima Virgen de
Fátima” manifestó.
Continuo diciendo que “ella (la Virgen)
es nuestra madre, el pueblo nicaragüense es un pueblo Mariano y ella es parte
de nuestra nicaraguanidad, por eso decimos: ¡María de Nicaragua, Nicaragua de
María! El adn de nuestra sangre está marcada por esa expresión y ella viene a acompañarnos,
en unas horas comenzara a recorrer hacía ese primer encuentro a la Diócesis de
Jinotega, junto a su obispo, al presbiterio y junto a los fieles que la han
venido a traer, ella está atenta, conoce y descubre que hay un problema y el
Santo Padre nos ha dicho vallan a María, vamos hacía María ella llega a su
encuentro, mirémosle a los ojos y en esa mirada entendemos su mensaje”
puntualizó.
Finalmente dijo que “es un
momento de gracia para todos los nicaragüenses porque ella siempre con sus
manos juntos nos abrazará y nos pondrá junto a su corazón, ella no quiere la confrontación
, la descalificación, el distanciamiento porque ella nos ama a todos y no discrimina
a nadie, ella nos trae el gran mensaje y nos indica que al acudir a ella hay
alguien que nos ama intensamente que ha venido a este mundo para que todos
tengamos vida” concluyó.
Durante las intenciones de la
Santa Misa se pidió por los que son perseguidos a causa de su fe, por las
comunidades religiosas, por los sin techo, sin trabajo y los oprimidos.