Techo, Tierra y
Trabajo, la propuesta del Papa Francisco, y hoy día del trabajador queremos
compartirlo con ustedes.
La primera T es
Tierra. Francisco dice con claridad, y cito textualmente sus palabras: “Me
preocupa la erradicación de tantos hermanos campesinos que sufren el
desarraigo, y no por guerras o desastres naturales. El acaparamiento de
tierras, la desforestación, la apropiación del agua, los agrotóxicos
inadecuados, son algunos de los males que arrancan al ser humano de su tierra
natal…”
De igual manera, Su
Santidad exhorta a los movimientos populares de todo el mundo a poner el acento
de la lucha donde corresponde, y cito sus palabras: “Sé que algunos de ustedes
reclaman una reforma agraria para solucionar alguno de estos problemas, y
déjenme decirles que en ciertos países “la reforma agraria es además una
necesidad política, una obligación moral”. No lo digo solo yo, está en el
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Por favor, sigan con la lucha
por la dignidad de la familia rural, por el agua, por la vida y para que todos
puedan beneficiarse de los frutos de la tierra”.
La segunda T es
Techo. Así lo dice textualmente Francisco: “Una casa para cada familia. Hoy hay
tantas familias sin vivienda, o bien porque nunca la han tenido o bien porque
la han perdido por diferentes motivos. Familia y vivienda van de la mano. Pero,
además, un techo, para que sea hogar, tiene una dimensión comunitaria…Hoy
vivimos en inmensas ciudades que se muestran modernas, orgullosas y hasta
vanidosas. Ciudades que ofrecen innumerables placeres y bienestar para una
minoría feliz… pero se les niega el techo a miles de vecinos y hermanos
nuestros, incluso niños…”.
El Papa Francisco
dejó una tarea a todos los movimientos populares, y aquí va la cita textual:
“Sigamos trabajando para que todas las familias tengan una vivienda y para que
todos los barrios tengan una infraestructura adecuada, acceso a la educación y
a la seguridad en la tenencia”.
La tercera T es
Trabajo. Dice literalmente el Papa Francisco: “El desempleo juvenil, la
informalidad y la falta de derechos laborales no son inevitables, son resultado
de una previa opción social, de un sistema económico que pone los beneficios
por encima del ser humano…”
La voz del papa
Francisco resuena en solidaridad con la clase trabajadora, especialmente esa
inmensa mayoría a la que no se le respetan sus derechos laborales: “Todo
trabajador, esté o no esté en el sistema formal del trabajo asalariado, tiene
derecho a una remuneración digna, a la seguridad social y a una cobertura
jubilatoria. Aquí hay cartoneros, recicladores, vendedores ambulantes,
costureros, artesanos, pescadores, campesinos, constructores, mineros, obreros
de empresas recuperadas, todo tipo de cooperativistas y trabajadores de oficios
populares que están excluidos de los derechos laborales, que se les niega la
posibilidad de sindicalizarse, que no tienen un ingreso adecuado y estable. Hoy
quiero unir mi voz a la suya y acompañarlos en su lucha”.
Tierra, Techo y
Trabajo en armonía con la lucha por la paz y el cuidado de la naturaleza, una
agenda común básica, ¿podremos en
Nicaragua convertirla en agenda de lucha para todos los movimientos sociales,
eclesiales y populares?
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