Me recomendaron Historia de un alma (1898), memorias autobiográficas de Santa Teresita del Niño Jesús, cuya primera edición se publicó un año después de su muerte.
Al
adentrarme en su lectura repetidamente venía a mi mente los recuerdos de una
niña con Síndrome de Down. Santa Teresita del Niño Jesús insiste
una y otra vez, en sus memorias, que ante Dios debemos tener el corazón
confiado y un alma de niño.
Decía
que el camino para llegar a Dios era el de las cosas pequeñas y que para poder
confiar en Él debíamos tener un alma infantil. Si no volvemos a ser como niños,
no podremos alcanzar el reino de los Cielos.
Se
refería a ella misma como la “florecita de Jesús”. Y con qué
sinceridad cuenta su vida, sus rabietas, sus sorpresas. Así podemos conocer
como de tener un carácter de una sensibilidad enfermiza, Dios la tornó una
persona madura, sin dependencia de sus estados de ánimo. Hablaba con
diminutivos. Santa Teresita del Niño Jesús explicaba que se
llegaba a Dios con pequeños detalles, que no era necesario hacer grandes cosas
para agradarle.
Una de
las frases de Santa Teresita de Niño Jesús que me caló hondo
al leer Historia de un alma es: “A pesar de mi
pequeñez puedo aspirar a la santidad. Dios no puede inducirnos a aspirar deseos
irrealizables”. Esto se traduce en que, si yo deseo ser
mejor persona, es porque Dios así lo quiere. No hay algo que yo desee que Dios
no me lo vaya a conceder. Solo falta que yo lo quiera con toda mi alma.
Algunas
veces suele pasar que sentimos el peso de nuestras imperfecciones, pero al leer
este libro de lenguaje tan sencillo entendí que lo importante es querer ser
mejor, desearlo desde lo más profundo. Por algo Teresita del Niño Jesús dice “Dios
no puede aspirar deseos irrealizables”.
Santa
Teresita del Niño Jesús afirma que Dios nos ama tal y como somos. Hay
debilidades de las que Dios nos libra, pero hay otras que no, precisamente para
seguir siendo pequeños y pobres para depender de su gracia. Porque si nos
sintiéramos perfectos entonces no lo buscaríamos. Pero no podemos hacer drama
de las imperfecciones ya que de lo contrario perdemos mucho tiempo en eso. Por
algo ella decía “…quiero buscar la forma de ir al Cielo por un caminito
muy recto y muy corto, por un caminito totalmente nuevo”.
Pero
para lograr andar en ese caminito no podemos desanimarnos ante las propias
faltas, debemos ser como los niños que se caen y por allí mismo se levantan.
Como son pequeños no se lastiman. Además, no piensan sino en que sus padres los
perdonen, los abracen para seguir en sus juegos. En cambio, el adulto, al caer,
al cometer una falta, pierde a veces tiempo buscando excusas o recriminándose,
cuando lo que tiene que hacer es buscar el perdón de Dios y seguir en el camino
de la santidad en la tierra, en el caminito muy recto y muy corto al Cielo,
como decía Santa Teresita del Niño Jesús.
Llegué
a pensar durante la lectura si la santa intuía que su caminito en la vida
terrenal sería así de corto. El legado que dejó a través de sus escritos tiene
una profundidad de una persona mucho más adulta y que le mereció ser canonizada
en 1927 y, en 2010, proclamada doctora de la Iglesia por san Juan Pablo
II.
¿QUÉ
SIGNIFICA CONFIAR EN DIOS?
Durante
el mes de septiembre de este 2020m, también leí La confianza en Dios, del
sacerdote y escritor Jacques Philippe, que explora el caminito de Teresita
del Niño Jesús y cómo la confianza en Dios es la clave
para alcanzar la santidad en la tierra.
“Yo
quisiera encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús, pues soy muy pequeña
para subir la dura escalera de la perfección. Este ascensor que ha de elevarme
hasta el Cielo son tus brazos, Jesús”.
Esta
frase resume lo que es la confianza en Dios de Santa
Teresita del Niño Jesús. Ser pequeño y mantenernos pequeños nos hará
llegar a la cima del amor de Dios. La confianza en Dios es
esperarlo todo de Él, como un niño lo espera todo de su padre,
es no preocuparse por nada.
¿Cuál
es la fórmula para hacerlo? Depositar la confianza plena en Dios.
Si lo hacemos, seremos como un niño: que se cae, sabe pedir perdón
a su padre Dios para seguir por el caminito de Santa Teresita del
Niño Jesús, en la búsqueda rápida de la santidad. Sin perder tiempo
en orgullos.
ACTOS
DE CONFIANZA EN DIOS
Además,
la confianza en Dios significa actos de confianza. Son como
las semillas. Darán sus frutos a su debido tiempo. Entender esto también ha
significado un cambio de vida.
Un
acto de confianza puede ser pedirle a Dios que actúe dentro de cada uno de
nosotros porque Él es quien de verdad nos conoce y sabe lo que tenemos que
cambiar.
Sé que
nos hace falta mucho por recorrer el caminito de Santa Teresita, la florecita
de Jesús, pero leer sobre esta santa, me ha ayudado a entender más la historia
de mi alma y que la única forma de acercarme realmente a Dios es depositando mi
confianza en Él, pero con actos de fe.
Y
tú,
¿qué parte del caminito de Santa Teresita del Niño Jesús
te animas
a explorar?
¿Te atreves a emprender un caminito totalmente nuevo de
confianza y amor?
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